No todos los países mediterráneos son participantes de la dieta Mediterránea, aunque comparten algunos elementos de la misma. La dieta Mediterránea es un patrón alimentario que se basa en la ingesta de alimentos frescos y saludables, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pescado, aceite de oliva y vino con moderación, y que se ha asociado con una serie de beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2.
Los países que suelen considerarse como participantes de la dieta Mediterránea son aquellos que tienen una costa en el mar Mediterráneo y que han adoptado esta dieta como parte de su cultura y tradición alimentaria. Estos países incluyen España, Italia, Grecia, Portugal, Marruecos y Turquía, entre otros.
Sin embargo, no todos los países mediterráneos comparten la misma dieta y algunos tienen patrones alimentarios muy diferentes. Por ejemplo, el Líbano y Siria tienen una dieta tradicional que incluye una gran variedad de verduras y frutas, pero también incluyen muchos platos con carnes y lácteos. Además, en algunos países mediterráneos, como Egipto, Túnez y Argelia, la dieta tradicional incluye más pan y cereales que otros países de la región.
En resumen, aunque la dieta Mediterránea se asocia con los países que tienen una costa en el Mediterráneo, no todos ellos siguen este patrón alimentario de manera estricta, y algunos tienen patrones alimentarios muy diferentes.